Mortalmente resucito
Andrajoso, nuevo y viejo
Ileso pero dolido
Errante como un ángel caído
Lejos del barro del cielo.
Me quemo en la espuma de tus olas
Ayer viniste, ahora te alejas
Luego volverás -anticipando adioses-
Un día de otoño con olor a primavera
Flujo y reflujo de un mar sin apetito.